1 - ¿TE HICIERON "COCO WASH"?

¿Sientes como que no estás, que no eres tú?

Un día abres los ojos y te das cuenta de que… ¡No eres quien crees ser!

Épale, ¿alguien te cambió, son los efluvios primaverales o los cambios relacionados con la energía de la Nueva Era? ¿Estás entrando a la madurez, la menopausia, la edad dorada? ¿Esos sentimientos de que no eres nadie, no te toman en cuenta, te volviste invisible y sientes el ánimo (y la autoestima) por los suelos aparecieron de la nada?

No. Ese sentimiento oculto de no ser tú, de no pertenecer, ha existido siempre dentro de ti. Algunos lo traemos por encimita y no se nota, pero peregrinamos para encontrar quien nos ofrezca una migajita de lo que sentimos como comprensión y aceptación. No importa lo pequeña que sea, literalmente nos morimos por aceptarla.


 En muchos otros esa especie de desasosiego, sin decir agua va, hace ¡pop! revienta como burbuja en el momento menos esperado, porque la verdad, uno se siente a veces como el papá-mamá de los pollitos y piensa que ha superado todo lo que cualquier guru motivacional determina como imprescindible. Ah, qué sorpresa darse cuenta de que no es así.


NOS ENSEÑARON A TENER MIEDO

¿Por qué? Porque sigue uno con su Miedo Original, o "MO", así con mayúsculas. Esa es la base de todo. Casi todas las doctrinas dicen que  cualquier ser humano nace sucio, con la necesidad absoluta de ser purificado y de no ser así le esperan las peores calamidades.
  
Ahí no para todo: Nuestros papás, los papás de papás y papás de papás de papás (ya captaste la idea). Fueron educados (amaestrados) con las ideas, amenazas, advertencias, de obediencia absoluta. Inculcados con sentimientos de no merecimiento, de que el sufrimiento purifica; de que si no sudas la gota gorda para ganar el pan que te llevas a la boca habrá consecuencias tan desfavorables que hasta te dará indigestión…

Y luego, a todas horas te lanzan los “deberías”, el día completo está lleno de esos no tan sutiles mandatos disfrazados de sugerencias, a lo cual siguen los “hubieras” que son un “te lo dije” con traje distinto pero igual en significado.

Este “coco wash” o “lavado de cerebro” intensivo, ha formado tus células y avala la comunicación entre tus neuronas, la forma en que extraes información de tu disco duro y programas cerebrales. Y más adelante enfrentas la manipulación derivada de lo anterior, porque se están explotando-precisamente esas debilidades sembradas en tu mente, tu corazón, discernimiento, base y fundamento de todo tu ser, O como quien dice: tu propio yo.

¿Y te extraña que a veces te sientas como papalote en el aire, sube y baja, vuelta y vuelta?
Lo bueno es que ya te diste cuenta, ya lo pensaste, lo pusiste en palabras y puedes pasar a la acción. Es decir, pensamiento, palabra y obra. ¡Ya!

¿Qué hacer? Pues nada más ni  menos que un lavado de coco pero al revés.

Esta información es parte del libro "Ponte la Corona" de Consuelo Carrillo. Derechos de ley reservados. Prohibida la reproducción por cualquier medio sin permiso de la autora o los editores. 


Todos los Angeles, le espera con más información en cualquiera de sus tiendas: Nuevo León 148, Col. Condesa, Tel 52-19-09-39. O en Manuel Izaguirre 10, junto a Plaza Satélite, en Naucalpan. Tel. 24-55-45-00. Whatsapp 55 4877 2990.

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