Ese templo es el “Merkabah”, el
vehículo espacial (cuerpo) que nos permite ascender o descender hacia los más
altos o bajos mundos. Es cualquier cosa, el patrón con el que fueron creadas
todas las cosas y todos los universos visibles e invisibles, es el carro o
ruedas con las que la Biblia
menciona que ascendió Ezequiel al cielo. Es el trono de Dios y el centro de
nuestro espíritu
El Merkabah está vivo, formado
por un campo electromagnético como las microondas, de naturaleza completamente
geométrica, como la Flor
de la Vida , que
es geometría sagrada, integrada en todos los patrones de la creación. Involucra
a los cinco sólidos platónicos y otros poliedros, se extiende a través de todas
las dimensiones y paralelos llevando al cuerpo físico y sus siete o más cuerpos
sutiles a otras dimensiones. Puede ser activado mediante meditación y
respiraciones especiales mencionadas aquí, al igual que esencias, aceites,
inciensos, música, mantras, posturas parecidas al yoga.
Nuestro Mercaba, que significa
“campo de luz espíritu contra rotatorio” es el lugar donde nos reunimos con
todos los pensamientos, conocimientos y sentimientos presentes, pasados y
futuros de la humanidad. Ahí se encuentran los registros Akashicos de la mente
universal. En ese lugar puedes obtener la idea que necesitas, amor, consuelo,
consejos, soluciones, la llegada de recursos materiales, la compañía deseada,
atraer al ser que se te tiene destinado en materia de amores y todo lo que
quieras pedir. Recuerda, no te pongas límites.
Para activar y hacer conciencia
de tu vehículo espacial, respira 17 veces visualizando estrellas y cubos de luz
que giran velozmente en su lugar y luego van avanzando y aumentando hasta
formar un anillo brillante alrededor de tu cuerpo, activando tu energía, prana,
chi o ki que brota de tu plexo solar, abajito de tu corazón que al mismo tiempo
destila amor, empatía con los demás seres humanos, expandiendo tu conciencia
crística y tu sensación de “Yo Soy”.
A lo mejor eres de las
personas afortunadas que en ese mismo momento obtienen soluciones, a lo mejor
llegarán después, quizá tengas la suerte de ver a tus Ángeles y Arcángeles.
Siempre mantente en contacto con ellos y menciona el nombre de tu Creador, como
tú sientas que se llama: Dios, Jehovah, Yahvé, Alá o cualquier otro, para alejar a cualquier entidad sospechosa
que pudiera querer colarse (pocas pero las hay). Para despedirte da las gracias
profundamente por haberte permitido estar ahí.
Ahora que abriste senderos
energéticos nuevos para ti, es hora de utilizarlos. No hagas lo anterior si no
tienes una absoluta decisión, porque puedes originar un estancamiento que te
produzca desasosiego y hasta desequilibrios. Ya que tuviste contacto con
diferentes niveles, utiliza este conocimiento para mejorarte siempre, para
ayudar a quienes te rodean y al último, pero no menos importante, para sanar al
planeta Tierra.
Aprovecha tus visualizaciones
para modificar tu cuerpo mágico, para utilizar la alquimia espiritual en crear
un nuevo yo, imagina con emoción las características que tienes:
habilidades, conocimientos, conducta, capacidades, aspecto, fortaleza, valor.
Recuerda que aún conectado, eres un cuerpo físico y estás obligado a usar los
nuevos poderes, aplicar la energía interior al exterior, dando vida al yo
que siempre fuiste, el auténtico, el ideal, el mágico.
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