CONTACTO ANGÉLICO

CREA UN SAN

TUARIO INTERIOR PARA TUS ÁNGELES

Por Pita Ojeda

La misión de los seres de luz es guiarte, acompañarte, enseñarte, cuidarte, abrirte el camino y hasta señalarte por dónde cuando se lo pidas. 

Ahora construye un santuario interior para tu ángel.
Relájate, piensa en el lugar donde más feliz hayas sido en toda tu vida o imagina que eres un bebé protegido, amado, acunado por alguien que huele rico, te brinda seguridad. Puedes también acurrucarte en el regazo de tu ángel, envolverte en su luz como si fuera la más suave de las mantas, sentir su tibieza, su olor, la suavidad de sus alas que te envuelven, recárgate en él, deja que te apapache. Junta tu dedo pulgar y el índice formando un círculo.

Ahora ya creaste tu santuario y cuando estés en alguna situación incómoda, de preocupación o peligro, trasládate de inmediato ahí formando ese círculo (puede ser otro gesto que asocies al lugar, como tocarte la ceja, una oreja, lo que quieras y que no sea reconocible para otros), ensuélvete de inmediato en la luz angelical.

Cuando estés en tu santuario también puedes contarle a tu guardián las preocupaciones, pedirle consejo y consuelo. Verás que de inmediato o al siguiente día aparece la solución enfrente de ti, como en una revista, una estación de radio que nunca oyes, un anuncio en la calle, alguien que te habla al que poco habías visto y hasta una voz que no es realmente una voz sino algo que llena tu cerebro de improviso.

No falla, solo tienes que estar atenta a las señales (no quiere decir que las busques y las fuerces a aparecer, sino que cuando aparezcan no las deseches). Te felicito por haber encontrado a tus ángeles, porque cuando necesites, basta con que le pidas a tu ángel de la guarda que te traiga a todos los que sean necesarios para el propósito que desees.

Para orientarte: Rafael es el arcángel de la sanación, Miguel es el protector, Chamuel es el del amor, Gabriel, el que trae buenas noticias, protector de niños, la familia y mujeres embarazadas, Jofiel la sabiduría y la abundancia, Zadquiel es el de la transmutación, que vuelve bueno todo lo malo y Uriel atrae riqueza, abriendo los caminos.