Cuando
ya estén listos para dormir, así, en el último pestañazo, llamen a su ángel
guardián. Cuéntenle todo lo que deseen, díganle sus más íntimos pensamientos y
sentimientos. El está ahí para escucharlos y darles una solución. Para eso,
precisamente, fueron creados por Dios.
Soliciten
ayuda, apoyo, resultados y certezas. Murmuren con él, hablen en secreto o
exprésenlo en voz alta. Se vale hasta gritar, si de eso tienen ganas. Pídanle
que traiga a todos los ángeles y arcángeles necesarios para cumplir lo que
desean y les mande señales claras del cómo deben actuar hasta conseguirlo.
En
este tipo de comunicación que puede hacerse como se habla con un amigo íntimo o
el hermano más querido y es adecuada para su ángel o a quien necesiten, pueden
solicitarse muchas cosas, todo lo que siempre han anhelado y no se atrevían ni
siquiera a soñar en obtener.
Dejen
atrás, al cuidado de su guardián o arcángel lo que les preocupaba, ellos
trabajarán en ello y nos darán las respuestas, esto no lo pongan en duda ni un
instante. Así que prepárense a dormir –quizá por primera vez en mucho tiempo sabiendo que sus seres de luz están ahí, generando soluciones.
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