Purificar antes espacios, cuerpo y objetos
Todos
los rituales comienzan por la preparación del espacio, de la propia persona y
de los objetos que se van a utilizar. El lugar debe estar limpio y fragante con
inciensos sagrados, que no haya desorden alrededor. Hay que purificar el ambiente
con campanas o diapasones. Colocar un mantelito blanco o con símbolos
esotéricos como soles, lunas, pirámides y estrellas. Poner flores, crisantemos,
claveles blancos y un vaso de agua para elevar la vibración.
Si
se van a utilizar cuarzos, antes debes haberlos limpiado y “despertado” Ya sea
pasándolos encima de la llama de una vea o del incienso o dejándolos toda una
noche en agua con sal, enjuagándolos y poniéndolos una o dos horas al sol.
Es
muy importante haberse bañado para limpiar tu aura o cuando menos lavado
perfectamente tu cara, manos y los brazos hasta los codos. Usar ropas blancas o
claras de preferencia. Apoyar firmemente los pies descalzos o con zapatos de
suela natural sobre el piso anclándose y haciendo un “puente” entre la tierra y
el cielo. Otra forma de limpiar el aura y protegerse abriendo las puertas solo
a entidades angelicales es colgándose algunos dijes de cuarzo, un Tetragramatón,
que es el talismán más poderoso, un “Om”, la Cruz de Caravaca, de San Benito y
lo que se considere como protección. El arcángel más adecuado es Miguel, de la
justicia y el cuidado extremo.
Piensa bien lo que necesitas
Primero
debe estarse consciente de lo que verdaderamente se necesita y dejar abierta la
posibilidad de que venga “lo que sea para mi bien” (no sea que lo solicitado se
cumpla) o “o que se cumpla lo que pido o algo mejor”. Lo siguiente es escoger
cuidadosamente el propósito para el cual está consagrada la veladora, verificar
si la estamos adquiriendo en un sitio de confianza, donde utilicen los colores,
las esencias y el ritual mágico adecuado para cada una, o preparar la nuestra,
aunque es más recomendable comprarla con especialistas.
Al
preparar la veladora para el ritual, debes ungirla (untarla) con el aceite de consagrar
(hay de arcángeles, de hierbas africanas, almizcle, sándalo, etc.) Hacerlo
desde la base hacia la mecha para atraer; de la mecha hacia la base para
alejar.
Debemos
cuidar también las fases de la Luna. Para atraer, el ritual debe hacerse desde
tres días después de la luna nueva y hasta un día antes de la luna llena. Para rechazar: desde un día después de la
luna llena y hasta un día antes de la luna nueva. Los días mencionados se
evitan porque la Luna está fuera de curso y generalmente no hay aspectos
astrológicos entre la Luna y algún planeta, dejando a las energías están sin
control.
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