NADIE VENDRÁ

"COCO WASH" AL REVÉS

SOLO TÚ PUEDES HACERLO


La única cosa que cae del cielo es la lluvia. Cuando ya tomaste la decisión tienes que respaldarla.

Ya estás convencida y dispuesta a meterle velocidad al cambio de personalidad y convertirte en estrella fulgurante, en reina absoluta de tu espacio, figura, escuela, trabajo o donde quiera que te presentes, eso es muy bueno, de hecho es excelente, pero… no tan rápido. Ahora debes identificar cuáles son las áreas donde debes trabajar para ir mejorando y te advierto, no va a ser ni tan rápido ni tan fácil como estás creyendo en este momento. Nadie vendrá a hacer las cosas por ti.

Hay que trabajar. Constantemente, un poco de cada cosa por cada vez.  Tienes que hacerlo con sentido del humor, porque si vas a sentirte frustrada no avanzas y corres el peligro de estancarte y volver al “no puedo”, al “no soy suficientemente buena” o quizá hasta el “no me lo merezco” porque no has sufrido lo bastante. Por cierto ¿de dónde salen todavía los parámetros, las medidas de cuánto es “bastante” para ti?

Debes –sí, aquí hay uno de los “deberías” pero en buena onda- aprender a responsabilizarte de tus decisiones, las metas que deseas alcanzar y del cómo quieres hacerlo, pero sin culparte cada vez que te equivocas. También está prohibido quejarse, esconderse por los rincones, deprimirse, entristecerse o acudir por más dosis de levantones temporales al lado de las personas que te han convertido en lo que eres y obligado a permanecer así.

DÍ ADIÓS A LAS VIEJAS CREENCIAS


Recuerda que traes una programación pletórica de ejemplos que ha durado todo el tiempo, cada minuto desde que naciste. Sería imposible pretender borrarla como una esponjita con jabón aplicada a un cristal sucio. Va a requerir más empeño que eso. A veces querrás volver a la comodidad de ser mediocre, sufrida, aguantadora, la típica hormiguita trabajadora que acarrea cien veces su peso porque “tú sí sabes cómo”  y “tú sí puedes”. Huye de esa tentación.
Puedes equivocarte sin culparte. Aprender en el camino. Escuchar a tu corazón cuando te marque la necesidad de una desviación, ayudar a otros, y de paso ir cambiando los paradigmas de tu existencia, lo que es tu referencia pero ya no le sirve a tu nuevo yo. Haz lo que más te gusta, aunque sea en tus ratos libres mientras lo conviertes en una forma de proveer sustento. Ah, y aléjate de la gente tóxica, en serio, un tigre no obedece a los monos ni pierde el sueño por lo que piensen de él las ovejas. 

Lo cierto es que nadie vendrá a hacerlo por ti. Tú tienes que decidir y tú tienes que trabajar en el cambio. Puedes recibir ayuda y apoyo de amigos, grupos especializados, terapeutas, sicólogos y hasta tus papás, pero la decisión es tuya, las acciones también.  


* Esta información es parte del libro "ponte la Corona" de la autora Consuelo Carrillo. Prohibida su reproducción por cualquier medio. Derechos reservados de ley.



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